A lo largo de mi vida me he casado dos veces, pero ahora vivo solo y me sienta
perfecto. Tengo un hijo de mi primer matrimonio, y cuando mi ex esposo encontró
a otra mujer, nos divorciamos y mi hijo se quedó conmigo.
Queriendo mantener una buena relación entre padre e hijo, no me opuse cuando mi
hijo decidió vivir con su padre y luego se casó.
Afortunadamente, mi ex suegra le dejó en testamento un departamento a mi hijo,
el cual podía vender cuando quisiera. Pasaron algunos años y un día conocí a Peter.
Nos llevábamos bien, teníamos muchos intereses en común, pero él no era tan
ahorrativo como yo. Gastó dinero sin pensarlo mucho y no tenía ahorros.
Cuando su hija vino a pedirle dinero para comprar un apartamento, me miró, pero no
le di mis ahorros. E hice lo correcto. Porque un mes después, le di todo mi dinero
a mi hermana cuando su esposo necesitaba una cirugía urgente. Peter estaba enojado
cuando se enteró y me acusó de injusticia.
Pidió el divorcio y me dejó. A pesar de todo, creo que hice la elección correcta.
Estoy contenta viviendo sola y ocasionalmente visitando a mi hijo, lo que me brinda
una inmensa alegría.