Adoptar una mascota es uno de los gestos más nobles y gratificantes que uno puede hacer.
Por un lado, salvas la vida de un amigo peludo, mientras que por otro, enriqueces la tuya.
Pero a veces no son solo los perros y los gatos los que necesitan cuidados, sino también
los animales salvajes.
Este es el caso de Luna, una pantera.
Recién nacida en un zoológico de Siberia, Luna fue rechazada por su madre y no obtuvo la
leche que necesitaba para sobrevivir.
Las posibilidades de que Luna sobreviviera eran obviamente nulas, pero una mujer decidió
hacer algo para salvar al cachorro de pantera.
Después de un tiempo, la joven se dio cuenta de que se había encariñado mucho con Luna,
demasiado como para llevarla de regreso al zoológico, por lo que decidió adoptarla
permanentemente comprándola.
Después de todo, estaba segura de poder ofrecerle a Luna una vida feliz y todos los
cuidados que necesitaba.
Entonces Luna se convirtió en parte de su familia y conoció a Venza, el perro de la casa.
Inicialmente, ambos pasaron por un período de prueba para asegurarse de que se llevaban
bien, pero de inmediato surgió una tierna amistad entre ellos y se volvieron inseparables.
Ahora juegan todo el tiempo y se han convertido en verdaderos amigos.