Hace unos años, Heather Tukey, de 23 años, de Gran Bretaña, fue a Sudáfrica como voluntaria. La niña trabajaba en la reserva de guepardos, donde se cuidaba a los cachorros de guepardos huérfanos.
Los guepardos adultos también vivían en la reserva, pero el destino de cada uno de ellos no fue envidiable. Todos estos animales debieron convertirse alguna vez en trofeos de cazadores adinerados.
Heather no podía aceptar esto y decidió salvar la vida de al menos un animal. En las redes sociales, habló sobre lo que está haciendo la reserva de guepardos de Sudáfrica e invitó a todas las personas amables a recaudar fondos y volver a comprar los animales.
Como resultado, Heather logró recaudar suficiente dinero para comprar todos los guepardos y enviarlos a las reservas. Ella misma contribuyó con £ 5,000 y se hizo cargo de un pequeño gatito guepardo, al que llamó Teardrop.
Heather se da cuenta de que comprar guepardos de una sola reserva no resolverá el problema en todas partes. Esta actividad en Sudáfrica es bastante común y genera grandes ganancias para los propietarios.
Pero Heather está feliz de tener ahora una lágrima, quien siente que le debe la vida a alguien y ama mucho a su ama. Constantemente acaricia a Heather y se comporta como el gato doméstico más común
A Teardrop le encanta lamer a su amante, y Heather soporta constantemente las caricias de su animal ya muy adulto.