Esta casa abandonada la vimos ya desde la carretera, pasando por el pueblo. Sus
hermosas bóvedas destacaban sobre los tejados de las demás casas. Inmediatamente
quedó claro que estaba abandonado, ya que el pequeño balcón estaba decididamente
inclinado. Al acercarnos a la casa y mirarla desde fuera, estamos convencidos: la
casa está inclinada, las ventanas están rotas en algunos lugares, el techo del
porche se ha derrumbado. Esta casa parece estar en malas condiciones.
Al entrar, vemos libros esparcidos y basura menor. Casi todos los muebles están en
su lugar. Los cuadros quedaron colgados en su lugar. Pero he aquí, todo es inanimado,
no hay vida en estas cosas. Ya nadie les limpia el polvo, nadie los repara si se
rompe el pomo de una puerta y nadie pone un jarrón con flores de jardín en el aparador.
Incluso la televisión permaneció en esta casa. Sí, ya no funciona, está rota, cubierta
de polvo… está en el suelo, al lado de la estufa, vieja y oxidada, que ya nadie
enciende en las frescas tardes de otoño.
Aunque la casa está abandonada, la luz que se filtraba a través de las ventanas
polvorientas creaba cierta magia.
Avanzando, encontramos una habitación con juguetes esparcidos por el suelo. Una
habitación cálida y luminosa… pero sin vida. No sé cuánto tiempo han permanecido
aquí, en el silencio y el eco del vacío. Al entrar aquí solo me surgió una pregunta:
Pequeña, ¿por qué no trajiste a tus amigos contigo?
Los juguetes quedaron solos en esta gran casa vacía. Siempre me entristece cuando se
abandonan los juguetes. Al fin y al cabo, si ya no son necesarios, siempre puedes
dárselos a los niños del barrio o a un centro de acogida, a quienes más los necesitan,
¡pero no los abandones!
¡Y este robusto armario realmente me sorprendió! ¡Está perfectamente intacto, en buen
estado y funciona perfectamente! Y dentro hay mucha ropa campestre, se ve que está
vieja, pero no rota y más bien cuidada. Lo dejaron acumulando polvo en el armario.
¿Pero por qué la gente no se lo llevó con ellos cuando salieron de esta casa?
La casa resultó ser muy grande y, subiendo al ático, descubrimos allí otras habitaciones.
Probablemente también había una habitación para niños, ya que allí quedaban muchos
juguetes de niños. Uno de ellos me gustó más que todos, probablemente porque en mi
infancia había una máquina de coser de juguete similar. Aunque es un juguete, realmente
cosía. ¡Sentí una increíble sensación de nostalgia y sentí como si estuviera de vuelta
en mi infancia por un momento!
Desde el último calendario de 2011, esta casa ha estado abandonada durante unos 10 años,
tal vez un poco más.
Y las condiciones de la casa también lo confirman. Es triste que al irse la gente dejara
atrás casi todas sus cosas, toda su vida…
Evaluación