Esta historia sobre el increíble coraje y la bondad de una niña, tan rara en estos
días, definitivamente te tocará lo más profundo de tu corazón.
Kelsey vive en EE. UU., en Illinois, y cuando conducía con su mamá, vio un animal
tirado en el pasto en el camino.
La madre y la hija se detuvieron a ver qué pasaba allí y vieron un caballo
completamente flaco que estaba casi sin aliento por el hambre.
Seguramente, el animal no era apto para el trabajo y se abandonó, o el propio caballo
abandonó a dueños sin escrúpulos en busca de alimento.
Además, las huellas del látigo eran visibles en su cuerpo.
La niña decidió llevar el caballo a casa a pie, pero fue muy difícil y caminó con el
caballo durante cuatro horas, casi 15 kilómetros, hasta llegar a casa.
Kelsey y su familia hicieron todo lo posible para que el caballo fuera más fuerte y
volviera a la vida, y las posibilidades eran casi insignificantes.
Pero el amor y el cuidado han hecho su trabajo.
Durante unos cinco días, el animal durmió profundamente y la familia estaba muy
preocupada.
Todo este tiempo Kelsey estuvo en el establo y oró por el rescate del caballo y
logró salvarla.
Llamó al caballo Sunny y ahora son los mejores amigos.