Jen Holman, de 68 años, de Cheshire, fue admitida en Good Shepherd Hospice en Chester
hace un mes.
Durante todo este tiempo, la mujer estuvo separada de sus mascotas: el caballo Bob y los
perros de aguas del rey Carlos, Monty y Rowley, y los extrañaba mucho.
Lo último que quería era volver a ver a los animales al menos una vez.
Entonces, el personal del hospicio decidió hacer realidad su deseo.
El día señalado, el personal médico llevó la cama de Holman al patio del hospicio, donde
Bob ya la estaba esperando.
El caballo inmediatamente comenzó a acariciarla y luego tomó las golosinas de sus manos.
Según la mujer, solía montarlo todos los días, pero cuando estaba en el hospicio pensó que
nunca más lo volvería a ver.
Además, Holman tuvo otro encuentro con sus amados perros. Las mascotas fueron llevadas a la
cama de la mujer y pudieron pasar tiempo juntas.
“Simplemente no puedo creer lo que el personal del centro de cuidados paliativos hizo por mí.
Sabía que se podía concertar el encuentro con los perros. Pero no esperaba tener la oportunidad
de ver a Bob por última vez», explica Holman.
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