Con estas palabras, Roman Dinkel, de dos años, entró en la historia de Internet.
El niño nació con una grave enfermedad que supuestamente lo privaría de la
capacidad de moverse, pero sucedió lo contrario, mientras aún estaba en el útero,
una ecografía reveló que el bebé tenía una fisura espinal severa.
Otras observaciones revelaron que se trataba de una hernia meningocele, la forma
más grave de la enfermedad.
Desde entonces y hasta hace poco, el estado de salud de Román dependía por completo
del esfuerzo de los médicos.
Se sometió a la primera cirugía cuando aún estaba en el útero, seguida de una terapia
especial.
Los médicos lo hicieron metódicamente, eliminando el riesgo de parálisis, reparando
completamente las dos piernas, el método es muy simple:
se colocó un par de muletas debajo de la cintura del niño, luego el niño trató de
mecerse, aprendiendo a controlar su cuerpo.
La madre de Whitney recuerda que lo más difícil para ella fue retroceder, ya que le
prohibieron correr para ayudar a su hijo cuando se cayó.
El niño necesitaba comprender, darse cuenta de que los brazos de su madre no podrían
sostenerlo para siempre.