Abraza a tus hijos siempre que puedas: ¡se volverán más inteligentes y más saludables!
Abrace a sus hijos con la mayor frecuencia posible. Si los abrazos cálidos ya se han
convertido en un hábito para ti, genial.
Si no es así, haga de los “abrazos” su tradición. Un día escucharás un “gracias” por esto.
Estudios recientes han confirmado que los abrazos, una expresión de afecto físico, son
sumamente importantes para el desarrollo del niño.
El estudio analizó las condiciones de 125 niños en el Hospital Nacional de Niños del
estado de Ohio, incluidos bebés prematuros y nacidos a término.
Los resultados mostraron que con cuidados constantes y abrazos frecuentes, se producen
fuertes reacciones en el cerebro de los niños, acelerando su desarrollo.
Mostrar amor y ternura no sólo refleja tu bondad y humanidad, sino que también aporta
grandes beneficios a tu bebé.
Según la investigadora principal del proyecto, la Dra. Natalie Matre, una acción tan
simple y ordinaria afecta significativamente la actividad cerebral del niño. Durante
un abrazo, se libera una cantidad significativa de oxitocina, una hormona que contribuye
al aumento de la ternura y es responsable de la formación del afecto entre madre y bebé.
Un niño que recibe pocos o ningún abrazo se desarrolla más lentamente, carece de autoestima
y tiene dificultades para comunicarse con los demás. Entonces, un abrazo no es sólo un gesto
agradable. Es una forma de demostrar cariño, aumentar el nivel de la «hormona de la ternura»
y armonizar el bienestar mental. ¿Con qué frecuencia ofreces la alegría de los abrazos a tus hijos?