A todos nos interesa saber la reacción de un ser
querido ante algo inusual. Por ejemplo, en bromas
o exámenes. En este último caso, la provocación
de reacción tiene un propósito específico.
Es para obtener emociones positivas o para
buscar una respuesta a la propia pregunta.
Arkadiy decidió que, en su caso, hacerle
pruebas a la niña sería una buena forma de entender cómo proceder.
“Ya no puedo hacerlo. Es hora de que nos
separemos. Recibiré las otras cosas el sábado».
Arkadiy dejó una nota con este contenido
sobre la mesa del periódico. Después de eso,
tomó una bolsa con las primeras cosas que encontró y salió del apartamento.
No tenía intención de abandonar a Oksana.
Si realmente hubiera decidido separarse,
lo habría hecho cara a cara. En ese momento,
el joven intentaba comprender lo importante
que es esto para su pasión.
Estuvieron junto a Oksana durante 2 años y medio.
Y todo parecía ir bien, a primera vista.
Recientemente, Arkadiy sospechaba cada vez
más que Oksana ya no lo amaba. Esto se
manifestó en la ausencia de la ternura
y el apoyo habituales. Oksana ya no intentó
pasar todo el tiempo con él. Podría rechazar
lo por alguna ocupación o no decirle que estaba ocupada en el trabajo.
Sintiendo que había algo extraño entre ellos,
Arkadiy decidió actuar con decisión. Una vez
había visto un vídeo en Internet en el que se
ponía a prueba a las parejas con despedidas simuladas.
La idea era instalar una cámara en la habitación,
dejar un mensaje y observar la reacción de la persona.
Y eso es exactamente lo que Arkadiy decidió hacer.
Hizo las maletas, escribió una nota y se dirigió a
un restaurante en la calle de al lado. Allí sacó su
computadora portátil y comenzó a observar lo que sucedía en el departamento.
Después de 30 minutos Oksana se fue a casa.
Arkadiy tuvo que esperar un par de minutos
más hasta que su novia notó la nota. Cuando
tomó el mensaje en sus manos, Arkadiy se quedó helado.
Ese momento fue un momento de la verdad para él:
lo amaba o no. La niña se sentó en el sofá. Durante
un rato, se quedó sentada y miró la tarjeta. Luego se
levantó y empezó a caminar rápidamente por la habitación.
En algún momento, Oksana se detuvo y empezó a llorar.
La alegría de Arkadiy no tenía límites. Rápidamente
guardó la computadora portátil en su bolso, le pagó
el café a la camarera y se apresuró a regresar a casa.
Allí le esperaba una escena llena de alegría y desgarradora.
La niña estaba sentada en la alfombra y lloraba tan
fuerte que no se dio cuenta de
inmediato de que alguien entraba al apartamento.
«Querida, ¿qué estás haciendo?» — dijo Arkadiy
cariñosamente a su amada. — «No voy a ninguna parte.
Estoy aqui contigo. Todo esta bien.»
Tuvo que tranquilizarla durante mucho tiempo. Mientras tanto,
explicó lo sucedido y por qué había decidido hacerlo.
En respuesta, Oksana ni siquiera pudo encontrar nada que decir.
Ella se limitó a mirarlo con los
ojos rojos y asombro, bebiendo agua de un vaso.
Al principio, Arkadiy incluso se sintió culpable.
Después de todo, había hecho llorar a su amada.
Pero por otro lado, la alegría también fue abundante.
Ahora estaba seguro de que Oksana lo necesitaba.
Ha pasado una semana. Oksana lo invitó a un café
después del trabajo. En aquellos días se mostró
bastante reservado, pero Arkadiy atribuyó todo el
estrés reciente. Estaba absolutamente convencido
de que pronto todo volvería a ser como antes.
«Ya no puedo hacer esto», dijo Oksana.
«Tenemos que separarnos».
«¡¿Qué?! ¿Por qué?» — Arkadiy estaba
sinceramente desconcertado. – “No querías que me fuera.”
“Y ni siquiera quería ser objeto de una
prueba tonta. No te das cuenta de lo que
pasé ese día. Pero no te importó. Eras feliz
cuando yo estaba enfermo. Y toda la semana has
estado caminando como un pavo real orgulloso por
ponerme de los nervios. Te dire un secreto.
Si tuviera alguna pregunta o inquietud sobre mí,
podría haber hablado conmigo. Créanme,
no hubo menos lágrimas durante las conversaciones”.
«Pero escucha…»
“Deja que esto te sirva de lección. Y me voy.
No quiero tener nada que ver contigo.
Mañana traeré el resto de las cosas.»
Con estas palabras, Oksana se levantó de la mesa
y salió del café. Arkadiy no la siguió. Pidió
un café y se quedó mirando la bebida oscura.
Sin tomar ni un sorbo, se fue a casa. Allí,
donde seguramente algunas de sus cosas ya no estarían.