Este artista estadounidense ha imaginado una forma de
ayudar a los niños ya sus padres. Pinta cascos ortopédicos
que los niños se ven obligados a usar para corregir la forma del cráneo.
Los cascos correctivos se prescriben para niños muy pequeños,
con mayor frecuencia para aquellos que aún no tienen un año.
En su forma original, sin un diseño brillante,
los cascos parecen un poco intimidantes.
A menudo, los padres se quejan de la reacción inadecuada
de los transeúntes: la mayoría de las veces miran hacia otro
lado y tratan de alcanzar al niño extraño lo más rápido posible.
Sorprendentemente, los cascos con dibujos divertidos,
reproducciones de pinturas famosas e inscripciones
divertidas dan exactamente el efecto contrario:
los padres reciben muchos elogios y respuestas
entusiastas sobre lo que creen que es un tocado inusual,
muy interesados en saber para qué se utiliza.
La artista Paula Stron decoró el primer casco a pedido
de una amiga; su nieta debía comenzar a usarlo en un futuro cercano.
Cuando el médico de la niña vio el casco hueco pintado, se emocionó.
Le pidió al artista que dejara sus tarjetas de presentación
en su oficina. Desde entonces, Stron no ha tenido problemas laborales.
Abrió su propio negocio, que vende con éxito cascos de arte correctivo.
Durante los últimos doce años, Paula ha adornado
los cascos ortopédicos de más de mil pequeños.
Es curioso que haya modelos para niños y niñas.
Cada nuevo casco es un pequeño proyecto, una pequeña obra de arte.