Ya hacía frío afuera cuando notaron que un animal no podía mover sus patas traseras.
Personas amables acudieron rápidamente a ayudarlo y lo llevaron a una clínica cercana para recibir ayuda.
Después de unos días, el pequeño mostró a la gente su espíritu valiente.
Aunque sus patas traseras aún no funcionaban correctamente,
era tan combativo que sorprendió a todos los que trabajaban allí.
El gatito, que se llamaba Bridger, se mantuvo caliente con una manta suave.
El personal veterinario hizo todo lo posible para que se sintiera tranquilo y feliz.
Bridger solo quería atención y cuando fue a su nuevo hogar de acogida pidió abrazos todo el tiempo.
A pesar de que el gatito puede carecer de plena movilidad a lo
largo de su vida, esto no impide que disfrute de la vida y haga lo que quiera.
Cuando conoció a los otros miembros peludos del personal de su nuevo hogar, se sintió muy emocionado.
El dulce gato estaba especialmente feliz de conocer a Cinder, uno de los perros rescatados.
Parece que fue amor a primera vista. No se apartó del lado del perro ni por un minuto,
luchando por abrazarlo todo el tiempo.
Bridger solo quiere jugar, es un gato muy valiente.