La mujer estaba a punto de dar a luz por novena vez.
Hasta ahora sólo había dado a luz a niñas.
Su marido siempre había deseado que el próximo
hijo fuera un niño, pero cada vez se sentía
decepcionado y finalmente se resignaba a la situación.
Esta vez corrieron al hospital y en cuestión
de minutos comenzaron los dolores del parto.
Durante los exámenes le dijeron que estaba esperando gemelas: niñas.
El padre ya había perdido toda esperanza de
tener un hijo. La pareja había ofrecido buenas
condiciones a sus hijas y estaban listas para tener
otro hijo. Cuando nació la primera hija, el padre,
que se había acostumbrado a esta situación, hizo
lo que tenía que hacer y se preparó para la próxima llegada.
Entonces el médico trajo al segundo niño, miró
al padre y dijo asombrado: «Es un niño.
El marido miró al niño sin entender lo que estaba pasando.
No podía creerlo. Sostuvo al bebé, lo examinó
desde todos los ángulos y no pudo contener su felicidad.
Se resistía a devolver el niño a su madre, temiendo
que se convirtiera en una hija… Es difícil describir
con palabras la alegría desbordante de este hombre que
finalmente regresaría a casa con un hijo. En casa lo
esperaban sus 9 hijas. ¿Te gustó la historia? Compártelo con tus amigos.