Dejé a mi hija con mi esposo, pensando que la niña ya era lo suficientemente grande, ya tiene cinco años, así que no debería haber problemas. Además, no es la primera vez que dejo a la niña con su padre. En principio, no surgió ningún problema serio, pero la situación resultó ser cómica. Es de esas situaciones que se contarán a los nietos más adelante. Llamaba a casa todos los días para saber qué estaba pasando. Mi esposo informaba sobre lo que comían, cómo se sentían y otros detalles cotidianos. Mi hija, emocionada, contaba cómo le iba en el jardín de infantes, qué novedades había, qué cosas interesantes habían sucedido. También dijo que pronto tendrían una presentación en el jardín de infantes. En nuestro jardín de infantes, los educadores son excelentes. Siempre están inventando algo, por lo que además de las actuaciones habituales en fechas especiales,
también realizan sus propias presentaciones adicionales. Nuestro jardín de infantes es privado, así que no hay nada sorprendente en eso. Esta vez, mi hija dijo que pronto tendrían una presentación, y mi esposo lo confirmó. Comencé a dar consejos, pero mi esposo me detuvo, diciendo que él tenía todo bajo control. Entendió la tarea, recordaba la fecha y ya estaban trabajando en el disfraz, que su suegra estaba cosiendo. En ese momento me tranquilicé completamente. Si la madre de mi esposo está haciendo el disfraz, entonces no hay necesidad de preocuparse, todo estará al más alto nivel, es una costurera excelente. Tres días antes del evento, mi hija me recordó nuevamente sobre él. Dijo que ya habían tenido un ensayo y que ella era buena, que había aprendido sus palabras, pero que Mariana no podía aprender las suyas, que solo se quedaba callada todo el tiempo.
¿Y tú qué vas a ser en la presentación? — Mamá, ¡seré una pavo real! — dijo mi hija emocionada. Me alegré por ella, por supuesto, pero un gusanillo de duda se instaló en mi mente. ¿Qué tipo de presentación tenían en mente que mi hija interpreta a un pavo real y además con palabras? Decidí escribirle a la educadora para aclarar. Le pregunté sobre la presentación, diciendo que estaba fuera por trabajo, por lo que no estaba al tanto, y que no tenía muchas esperanzas en el papá. Me describieron detalladamente qué tipo de evento era. Resulta que habían estado estudiando sobre la diversidad cultural, por lo que cada niño representaría a un miembro de otra cultura. A mi parecer, era una tarea bastante ambiciosa para niños de cinco años, pero eso no era lo importante. Pregunté quién representaba mi hija,
y resultó que ella no iba a ser un pavo real, sino una dama de la India. Comencé a llamar frenéticamente a mi esposo para averiguar qué disfraz había encargado a su madre. Mi esposo informó claramente: se había encargado un disfraz de pavo real, y él le había dado a su madre la tarea de coser un disfraz de pavo real. Mi suegra no se sorprendió, sobre todo porque mi nieta misma confirmó que ella sería un pavo real. Tuve que llamar urgentemente a mi suegra y explicarle que mi hija no sería un pavo real, sino una dama de la India, es decir, en lugar de aves y alas, llevaría un sari y toda la belleza asociada. Mi esposo no sospechó nada, ni siquiera cuando estaba aprendiendo palabras con nuestra hija. Y allí hablaba de elefantes, tigres y un clima cálido del este.
¿Cómo iba yo a saber qué se les ocurrió a los educadores? Me dijeron «pavo real», ¡así que pavo real! ¡Confío en mi hija! Gracias a Dios que decidí aclarar este asunto, de lo contrario, ¡cuántas lágrimas se habrían derramado por el disfraz equivocado de pavo real!
