Australia es la patria de los koalas, animales inofensivos y antisociales que se alimentan de hojas de eucalipto.
En los koalas, la comunicación ocurre solo entre la madre y el cachorro.
Los koalas bebés permanecen en las bolsas de sus madres durante los primeros 6 o 7 meses de vida.
Siempre hay un vínculo entre la madre y su hijo. Esto se aplica no solo a las personas,
sino también a los animales. No se dan por vencidos en los momentos difíciles,
ahorrándose y apoyándose unos a otros. Incluso los cachorros se quedan cerca de sus padres cuando se sienten mal.
El pequeño koala estaba al lado de mamá mientras la trataban.
Un koala adulto con un bebé cruzó la calle. Pero hubo un accidente y la bestia fue atropellada por un auto.
El bebé resultó ileso, pero su madre necesitaba ayuda. Koala Lizzie tuvo que ser operada.
Ella sufrió una lesión en la cabeza y otras complicaciones desagradables.
Su hijo Phantom se quedó con ella mientras los médicos atendían la salud del animal.
Siempre estaba con mamá y apoyándola. Koala sabía que su hijo estaba cerca y vivo,
por lo que pasó por el tratamiento con más calma.
Todos los empleados del Australian Animal Hospital reaccionaron de manera muy
emotiva ante la relación entre el bebé y su madre. No se lo quitaron y con él se hizo la operación.
Phantom acarició y abrazó a Lizzie. Ahora Lizzie se está recuperando.
Quizás la presencia del Fantasma también la ayudó mucho. Pronto los animales podrán retomar una vida normal.