Claudia Schiffer es una de las alemanas más famosas de los 90.
Era alta y delgada desde una edad temprana, por lo que una carrera como
modelo estaba en duda.
Pero ya pequeña, no le gustaba su figura.
Una vez, cuando Schiffer era estudiante, le aconsejaron que fuera a París.
Durante mucho tiempo, Claudia no podía creer en su éxito.
Después de aparecer en la portada de la revista francesa Elle y debutar
en Chanel, se convirtió en el rostro de Karl Lagerfeld, quien la comparó
fácilmente con otro ícono de la moda, Brigitte Bardot.
En la década de 1990, la carrera de Schiffer adquirió una
dimensión internacional.
Durante mucho tiempo, Claudia fue la modelo más famosa y pagada.
La apariencia de Claudia apenas ha cambiado: en la década de 1990 se
hizo famosa por su figura perfecta: 90-60-90 con una altura de 180 cm
y un peso de 60 kg.
Desde entonces, Claudia se ha mantenido en forma a través de
entrenamientos activos y más.
La modelo ha dicho muchas veces que el secreto de su figura es el
agua y la buena alimentación.
Los dulces y la comida rápida están prohibidos.
Claudia siempre se ve genial. Rara vez usa pantalones y zapatillas
de deporte. A menudo se la puede ver con vestidos y faldas hasta la rodilla.
También le gusta incluir en su guardarropa cotidiano colores que
combinen con su imagen.
Azul, rojo y rosa pálido van bien con su cabello rubio.
A diferencia de los 90, el maquillaje de Claudia Schiffer hoy
es sobrio y desnudo.
La estrella se apega a su color de cabello natural y no intenta
cambiar su imagen.
Es una auténtica alemana: pulcra y metódica.