Cuando este gatito, llamado Francis, junto con su madre y otros
gatitos llegaron al refugio, los voluntarios notaron
rápidamente que era muy diferente a sus hermanos.
Los otros gatitos pesaban al menos 280 gramos, que era el
peso normal para su cría de 18 días, y Francis pesaba solo 113 gramos, la mitad.
Los voluntarios no sabían por qué era tan pequeño, por falta
de alimentos, enfermedades o mutaciones genéticas.
Después de pasar unos días en el refugio, sus hermanos
aumentaron de peso, pero esta gatita no ha cambiado mucho.
Entonces Ellen Carozza, propietaria de la Clínica para
gatos NOVA, centró su atención en este pequeño.
Se hizo cargo del gatito y descubrió que tenía mucha
pérdida de cabello, así como soplos cardíacos.
Ellen sospechaba que el pequeño tenía hipotiroidismo.
Esta enfermedad es causada por una deficiencia
prolongada de hormonas tiroideas.
Ellen ha enviado muestras para su análisis y aún
no ha recibido los resultados, pero confía en su
diagnóstico. Si el hipotiroidismo no tiene complicaciones,
como el de Francis, entonces la medicación puede ayudar.
También es una condición muy rara en los gatos, dice Ellen.
A pesar de su enfermedad, Francis es un gatito muy feliz,
a menudo ronronea cuando Ellen lo toma en brazos y tiene
un lujoso “bigote” en la cara, que le da expresividad.
Pronto, el gato blanco Benny, que ha vivido con Ellen
durante muchos años y no es indiferente a los gatitos,
llamó la atención sobre Francis.
Siempre trata de lamerlos y calentarlos y Francis no fue la excepción.
Benny tiene juguetes que son casi del tamaño de Francis,
pero tiene mucho cuidado con el bebé, y el gatito ya comenzó
a repetir todos los movimientos de gato para Benny,
como lamer y treparse al rascador.
Ahora Francis está recuperando sus fuerzas muy lentamente,
pero con el cuidado de Ellen tiene todas las posibilidades de sobrevivir.