En la bulliciosa Nueva York, conocemos a Hannah, una talentosa pero sobrecargada
diseñadora gráfica conocida por su gran ojo para los detalles. Pasa sus días en un
trabajo de alta presión en una gran agencia de publicidad, esforzándose constantemente
por cumplir con plazos ajustados y clientes exigentes. A pesar de su éxito, Hannah se
siente agotada y desconectada de su pasión por el arte.
**Acto 2: Conflicto**
Una noche, para relajarse, Hannah se topa con un viejo libro de rompecabezas llamado
«Encuentra las diferencias» en una librería de segunda mano. Intrigada por la promesa
de un entretenimiento sencillo y nostálgico, decide comprarlo. Hojeando las páginas,
encuentra un conjunto de imágenes particularmente estimulante con el título: “Es tan
simple, pero no puedo encontrarlas: hay 3 diferencias entre las imágenes, pero ¿dónde? »
Decidida a resolverlo, se frustra cada vez más a medida que las diferencias se le
escapan. Esta frustración se extiende a su trabajo y a su vida personal, lo que le
hace cuestionar sus capacidades y su concentración.
**Acto 3: Clímax**
La obsesión de Hannah por el rompecabezas crece, lo que la lleva a descuidar sus
responsabilidades profesionales y tensar sus relaciones. Una noche, agotada y a punto
de rendirse, sueña que las imágenes cobran vida. En su sueño, los personajes de las
imágenes la guían a través de un viaje surrealista donde aprende a ver el mundo desde
diferentes perspectivas. Le enseñan que a veces las respuestas no se encuentran
mediante un examen cuidadoso sino dando un paso atrás y viendo las cosas con ojos
nuevos y una mente abierta.
**Acto 4: Resolución**
Al despertar del sueño, Hannah siente una nueva claridad. Vuelve a abordar el
rompecabezas, esta vez con una mentalidad tranquila y abierta. Casi de inmediato,
descubre las tres diferencias que antes había pasado por alto. El sentimiento de
logro la vigoriza y le recuerda su verdadera pasión por la creatividad y la resolución
de problemas. Se da cuenta de que su frustración no era sólo con el rompecabezas,
sino una manifestación de su más profunda insatisfacción con su vida y carrera actuales.
**Acto 5: Conclusión**
Basándose en su experiencia, Hannah decide hacer cambios importantes en su vida. Se
toma un descanso de su trabajo altamente estresante y comienza a trabajar en proyectos
de arte personales que le brindan alegría. Su enfoque renovado y su creatividad no solo
mejoran su salud mental, sino que también reavivan su amor por el diseño. El libro de
rompecabezas se convierte en el símbolo de su viaje hacia el equilibrio y la perspectiva.
La película termina con Hannah presentando una exposición de arte con obras inspiradas
en su sueño, celebrando la belleza de ver el mundo a través de lentes diferentes. La
escena final la muestra sonriendo, un testimonio de las lecciones que aprendió de un
desafío aparentemente simple.