Alain Delón. Este nombre es desde hace décadas sinónimo del cine francés, símbolo de
elegancia y carisma, encarnación del ideal masculino. Su vida estuvo llena de altibajos,
papeles brillantes y tragedias personales. Contar su historia significa narrar no sólo
la vida de un hombre, sino también una época que él ayudó a crear.
Alain Delon tenía varios vínculos interesantes y significativos con Rusia. He aquí
algunos datos que ilustran su relación con nuestro país:
Popularidad en la URSS: Alain Delon era una de las estrellas de cine extranjeras más
queridas en la Unión Soviética. Sus películas, como «El Zorro», «El tulipán negro»,
«Frank Costello La cara de un ángel», se proyectaron a menudo en los cines soviéticos
y el actor se convirtió en un verdadero ídolo para varias generaciones de espectadores.
Delon encarnó en la pantalla el ideal de virilidad y nobleza, muy cercano al público
soviético.
Visitas a Rusia: Delon visitó Rusia varias veces, tanto durante la era soviética como
después del colapso de la URSS. En 1992 incluso recibió una invitación del presidente
Boris Yeltsin para visitar el país. Delon conoció a actores y directores rusos y fue
invitado a varios eventos culturales.
Marca “Alain Delon”: En los años 1990 en Rusia comenzaron a vender productos de marca
bajo el nombre “Alain Delon”, incluyendo ropa, accesorios y perfumes para hombres.
Esta marca, creada por el propio Delon, se hizo muy popular entre los consumidores
rusos, lo que demuestra su gran reconocibilidad y popularidad en el país.
Relación con la cantante Larisa Golubkina: En los años 1960 Delon mantuvo una relación
con la actriz y cantante soviética Larisa Golubkina, famosa por su papel en la película
“La balada de los húsares”. Aunque su relación no culminó en matrimonio, fue un símbolo
del intercambio cultural entre Francia y la Unión Soviética.
Premios y reconocimientos: En 2005, en el Festival Internacional de Cine de Moscú,
Alain Delon recibió un premio por su contribución al cine mundial. Este reconocimiento
se convirtió en un símbolo del largo amor y respeto que el público ruso sentía por Delon.
Estos hechos subrayan los profundos y multifacéticos vínculos de Alain Delon con Rusia,
que le han convertido en una de las estrellas extranjeras más queridas y respetadas de
nuestro país.
Los comienzos
Alain Fabien Maurice Marcel Delon nació el 8 de noviembre de 1935 en la pequeña localidad
de Sceaux, en el departamento de Altos del Sena, cerca de París. Su familia estaba alejada
del mundo del arte: su padre, Fabien Delon, era dueño de un pequeño cine, mientras que su
madre, Édith Arnold, trabajaba en una farmacia. Sin embargo, desde muy pequeño Alain
estuvo rodeado de cine, y quizás fue precisamente esto lo que predeterminó su destino.
Los padres de Delon se divorciaron cuando él sólo tenía cuatro años. Su madre pronto se
volvió a casar y Alain acabó en un internado. Esta experiencia dejó una profunda huella
en su carácter, volviéndolo reservado e independiente. Cuando era adolescente, Delon
abandonó la escuela y, sin un plan claro para el futuro, se unió al ejército.
El episodio que lo cambió todo
Después de servir en Indochina, Delon regresó a Francia sin profesión ni medios de
subsistencia. Sin embargo, el destino le ofreció una oportunidad. En 1957, en el Festival
de Cine de Cannes, conoció al productor y director Yves Allégret, quien vio en él a un
actor potencial. Delon acudió a audiciones y pronto consiguió su primer papel en la
película «Godot» (1957). Aunque el papel fue pequeño, marcó el comienzo de su carrera
cinematográfica.
El punto de inflexión y el nacimiento de una leyenda.
El verdadero punto de inflexión en la carrera de Delon se produjo en 1960, cuando protagonizó
la película de Luchino Visconti «Rocco y sus hermanos». Esta película no sólo le abrió las
puertas del gran cine, sino que también le convirtió en una estrella internacional.
Visconti reconoció a Delon como un actor de enorme talento y lo invitó a desempeñar el
papel principal en su siguiente obra maestra: «El leopardo» (1963), donde Alain actuó
junto con Burt Lancaster y Claudia Cardinale.
Una de las películas más emblemáticas de la carrera de Delon fue “Crimen a plena luz del
sol” (1960) de René Clément, donde interpretó el papel de Tom Ripley, el protagonista de
las novelas de Patricia Highsmith. La fría, calculadora y despiadada Ripley de Delon se
convirtió en una imagen canónica para varias generaciones de cinéfilos.
Vida privada e imagen machista
La vida privada de Delon siempre ha estado en el centro de atención de la prensa. Se casó
dos veces: la primera con la actriz Nathalie Barthélémy, con quien tuvo un hijo, Anthony
Delon. Segundo matrimonio con la modelo y actriz Rosalie van Breemen, con quien tuvo dos
hijos: Anouchka y Alain-Fabien. Sin embargo, su relación más famosa fue con la actriz Romy
Schneider, a quien conoció en el set de la película “The Pure Lover” (1958). Su apasionante
historia de amor se convirtió en uno de los temas más comentados de la época, aunque la
relación no duró mucho.
Delon siempre ha sido famoso por su carisma y magnetismo masculino. Sus numerosas aventuras
y sus complicadas relaciones con mujeres crearon la imagen del «macho francés», que se
convirtió en su tarjeta de presentación no sólo en el cine, sino también en la vida. Esta
imagen era tan fuerte que, incluso después de su separación de Romy Schneider, los dos
continuaron asociados.
Madurez y más allá
Con la edad, Delon no perdió ni un ápice de su encanto y continuó actuando activamente.
En la década de 1980 interpretó varios papeles en dramas policiales, como «Pour la peau
d’un flic» (1981) y «Notre histoire» (1984). Su actuación siguió siendo tan intensa como
en su juventud y sus personajes se volvieron cada vez más complejos.
Mientras tanto, Delon empezó a traspasar los límites de la profesión de actor, dedicándose
a producir y dirigir. En 1981 dirigió su primera película, «Pour la peau d’un flic», en la
que también desempeñó el papel principal. Aunque sus trabajos como director no obtuvieron
el mismo reconocimiento que sus papeles como actor, demostraron que Delon era un hombre
multifacético y talentoso.
Los últimos años
En 2019, Delon sufrió un derrame cerebral que empeoró significativamente su salud. En los
últimos años también ha luchado contra el cáncer, lo que ha complicado aún más su padecimiento.
A pesar de esto, Delon siguió siendo un hombre de voluntad y resistencia inquebrantables.
Ha declarado abiertamente en entrevistas que no teme a la muerte y que consideraría la
eutanasia si su condición se volviera insoportable.
Este período de su vida se caracterizó por profundas reflexiones sobre el sentido de la vida,
la fama y la soledad. En una de sus últimas entrevistas admitió: “He vivido la vida al máximo
y ahora estoy listo para irme si es necesario”. Estas palabras se convirtieron en el símbolo
de su actitud ante la vida: valiente, decidida y valiente.
el legado
Alain Delon ha fallecido dejando un enorme legado cultural. Su nombre quedará para siempre en
la historia del cine mundial y sus películas seguirán siendo reseñadas y discutidas durante
muchos años. Delon no era sólo un actor: era el símbolo de una era, la encarnación de lo que
significaba ser una estrella de talla mundial.
Hubo de todo en su vida: fama, amor, tragedias y victorias. Vivió su vida con una intensidad
que cualquiera podría envidiar. Y aunque ya no esté entre nosotros, su recuerdo seguirá vivo
en sus películas, en sus personajes y en los corazones de millones de fans en todo el mundo.
Alain Delon demostró que una verdadera estrella nunca se desvanece. Sigue brillando, incluso
cuando ya no está. Y su vida es un ejemplo de lo importante que es ser fiel a uno mismo, a
pesar de todo.
Ha fallecido una leyenda de talla mundial, Alain Delon. Los últimos años difíciles, como los
vivió. Una enfermedad grave y el deseo de practicar la eutanasia… Para más detalles, consulte
el primer comentario a continuación.
Ha muerto la leyenda mundial Alain Delon. Los últimos años difíciles, como los vivió.
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