Mi esposa había perdido su encanto exterior. En lugar de hermosos peinados, su cabello
a menudo estaba desordenado. Se había olvidado de las manicuras y andaba con las uñas
descuidadas. En el pasado, tenía predilección por la ropa bonita, un sofisticado sentido
del estilo y siempre estaba hermosa. Pero ahora parecía que la comodidad era su prioridad.
Generalmente vestía pantalones deportivos, un suéter arrugado y zapatillas de deporte.
Llevaba la misma ropa con la que dormía. El concepto de maquillaje y su aplicación parecía
haber desaparecido por completo de su vida. Su día comenzaba lavándose la cara, después
de lo cual corría a la cocina a preparar el desayuno.
Había engordado diez kilos, tenía el vientre prominente, celulitis y cicatrices del embarazo:
el espectáculo era terrible. Me había casado con una mujer delgada y atractiva que era muy
popular entre los hombres y ella me había elegido. Pero no quedó nada de aquella maravillosa
mujer.
Caminó por el apartamento sin maquillaje, en camisón, con bolsas en los ojos y todo parecía
desmoronarse. Fue aterrador. Su aspecto me deprimía profundamente, pero aparentemente a él
le daba lo mismo. Por eso decidí que no quería estar con una mujer tan aterradora y la dejé.
Había pasado un año desde nuestro divorcio. Un día mientras caminaba por el parque, vi a mi
ex esposa. Me sorprendió lo que vi. Caminaba con confianza, irradiando elegancia, y todos los
que pasaban se giraban para mirarla.
Llevaba un hermoso vestido que acentuaba sus senos y cintura. Nadie podía extrañarla, ni su
maquillaje, ni esos ojos… ¡eran fascinantes! No había rastro de aquella «mujer aterradora».
Estaba delgada y atractiva otra vez. Era difícil creer lo que veía.
Ella era la reina y al mismo tiempo la madre de mis dos hijos. Sólo entonces entendí todo.
Su barriga, senos caídos y exceso de peso fueron resultado de un parto reciente.
La recuperación lleva tiempo, especialmente volver a su forma original.
¿Por qué no se había arreglado el pelo y las uñas? Teníamos dos hijos que cuidar y él no tenía
tiempo. Estaba completamente dedicado a nuestra familia. Cuando podía, intentaba pasar tiempo
conmigo.
Era bueno creando una atmósfera acogedora. Nunca se quejó ni provocó conflictos. Todo lo que
hacía le traía felicidad. Para ser honesto, recién ahora me di cuenta de la maravillosa y
hermosa esposa que tenía. Muchos sólo pueden soñar con una esposa como ella.
El motivo de nuestro divorcio fue mío. Tomé una decisión estúpida al dejarlo sin analizar todo
adecuadamente. Ahora me doy cuenta de lo precioso que era. Si tienes una mujer en tu vida,
antes de criticar su apariencia, analiza todo detenidamente. Con el tiempo te darás cuenta de
su verdadero valor y singularidad.
Había pasado un año desde el divorcio. Volví a encontrarme con mi exmujer, o mejor dicho con
lo que quedaba de ella. Fue increíble. Continúe desde el enlace en los comentarios.