Una historia que muestra el poder de la medicina.
Se suponía que dos niñas nacidas como gemelas unidas
dejarían el mundo al nacer, pero milagrosamente sobrevivieron.
Hace 10 años, 2 hijas, Isabella y Abby, nacieron con una
enfermedad grave: tenían cuerpos fusionados. Además, todo
esto se complicó por el hecho de que sus órganos estaban
mezclados entre sí. Fue un caso único para todos los médicos, estaban en shock.
Sin embargo, después de un tiempo, los especialistas decidieron
operarlos, habiendo tomado previamente cursos especiales que les
ayudaron a comprender mejor este aspecto médico. Todos entendieron
que era un gran riesgo. Todos creían en un milagro que había sucedido.
La operación duró 13 horas, pero cuando terminó, todos pudieron
respirar aliviados. Las niñas se encuentran en condición estable.
Desde entonces han pasado 10 años. Ahora dos hermanas y sus padres
viven felices. Absolutamente no se quejan de su salud, y nada les molesta.
Lo único que les recuerda a una enfermedad congénita es que están
muy unidos. Las hermanas están constantemente juntas, van a la escuela
y dicen que pueden escuchar los pensamientos de las demás.