Hay tantos animales sin hogar
en el mundo que necesitan ayuda.
Hoy vamos a compartir una historia
increíble de cómo un gato creció
con perros husky y ahora está
completamente seguro de que es un perro husky.
Un día, un pequeño gatito indefenso
fue arrojado a la calle y habría
muerto si una mujer no lo hubiera encontrado.
La llevó a casa, la calentó,
la engordó y la llamó Rosie.
Pero resulta que Rosie se ha convertido
en una «hermana» adoptiva de otras
mascotas que aún viven en la casa:
son tres perros husky.
Así que crecieron juntos como una gran familia.
Ahora Rosie, la gata, está bastante segura
de que es… ¡una perra!
Ahora estos amigos siempre hacen todo juntos.
Y Rosie se presenta como un husky.
Y mirando su temperamento, nadie discute.
Es un perro de verdad, y si no exteriormente,
entonces en su alma, ¡por supuesto!
Juegan juntos, caminan juntos,
incluso duermen juntos.
Cuando los perros no están en casa,
Rosie espera con ansias su regreso.