El destino de Leo y Helena parece una novela apasionante, llena de drama y amor,
pero todos los acontecimientos sucedieron en la realidad.
Ambos nacieron el mismo día y se conocieron siendo pequeños.
Poco a poco su amistad se convirtió en sentimientos románticos.
Pero sus padres no aprobaron su relación debido a diferencias en el estatus familiar:
Leo provenía de una familia rica, mientras que Helen provenía de una familia menos rica.
Pese a las protestas, para Leo los sentimientos eran más importantes. Para él, Helen
era la princesa más bella, por lo que se fugaron y se casaron en secreto.
Leo se convirtió en fotógrafo, mientras que Helen trabajaba en el sector inmobiliario.
Tuvieron un hijo y vivieron juntos durante 75 años.
Ambos dejaron esta vida el mismo día, a la edad de 94 años.
Su hijo dice que su madre siempre dijo que no podía imaginar un día sin su padre.
Incluso en las últimas fotografías, cuando ya eran mayores, se puede ver cuánto se
miraban con amor mutuo. Esta historia es un brillante testimonio de que hay amor
verdadero y eterno en el universo.
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