Estos gemelos estadounidenses Steve y Eddie Aernam tienen 12 años.
Los niños tienen una enfermedad bastante rara: el síndrome de Prader-Willi.
¡Y es por eso que Steve y Eddie pesan 100 kg cada uno! El hecho
es que con esta enfermedad una persona tiene hambre
constantemente y no puede controlar su apetito.
Según los médicos, esta anomalía cromosómica, llamada síndrome
de Prader-Willi, afecta a 1 de cada 25 000 bebés.
Lo más terrible es que una persona con
esta enfermedad pueda comer hasta morir.
Además, las personas con el síndrome de Prader-Willi suelen
tener una inteligencia extremadamente baja, hipotonía muscular,
diabetes mellitus, sistema nervioso inestable y obesidad.
Steve y Eddie tienen autismo y su madre tiene que estar
constantemente en espera para controlar cada paso de sus hijos especiales.
La madre de los niños, Diana, tiene que esconderles
comida para gatos, productos químicos domésticos y medicinas.
Diana entiende que el sobrepeso se vuelve extremadamente
peligroso para sus vidas, y por eso puso a sus hijos en una dieta baja en calorías.
Es cierto que el apetito descontrolado pasa factura y los
chicos comienzan a comportarse de manera agresiva,
exigiendo comida y aplastando todo lo que se les presente.
Actualmente, este síndrome no se cura y Diana necesita
reponer la paciencia, que solo puede deberse al amor materno.