Un hombre adoptó a un perro de un refugio y, a cambio, hizo un acto igualmente
respetable. Es una conmovedora historia de devoción y lealtad canina.
En el otoño de 2020, un hombre llamado Brian Meyers llegó a un refugio de animales
para adoptar una mascota. Inmediatamente notó un perro pastor alemán. En ese momento,
ella tenía seis años y se llamaba Sadie. Su arrendador anterior la había abandonado
después de mudarse porque el arrendador del alojamiento alquilado era reacio a las
mascotas.
A Brian le habían advertido que el animal se mostraba desconfiado y bastante nervioso
en presencia de humanos, pero a pesar de ello logró establecer contacto rápidamente
con el pastor alemán y crear un vínculo especial.
Cuando se conocieron, Sadie puso sus patas sobre los hombros de Brian y comenzó a
lamerle la cara, como para agradecerle el inesperado rescate. Meyers y Sadie se
hicieron amigos y ella disfrutaba durmiendo a los pies de su nuevo dueño.
Brian contrajo una infección por coronavirus. Logró vencer la enfermedad, pero
probablemente el virus afectó su salud. Una noche se levantó de su cama para ir al
baño, pero nunca llegó.
Brian de repente se derrumbó en el suelo y no podía moverse. Fue entonces cuando
Sadie vino al rescate: estaba lamiendo la cara del hombre para evitar que se desmayara.
Brian logró agarrar el collar de su amigo de cuatro patas.
Y en ese momento el perro empezó a arrastrarlo hacia la mesa donde estaba el teléfono.
El hombre pudo alcanzar su teléfono celular y pedir ayuda.
Los rescatistas que llegaron llevaron a Brian al hospital, donde le diagnosticaron un
derrame cerebral. Si Sadie no hubiera intervenido a tiempo y no hubiera sabido qué
hacer, su dueña podría haber muerto. Meyers pasó por rehabilitación.
Mientras tanto, era el hermano del hombre quien cuidaba a Sadie, visitando regularmente
a Brian con su mascota.
Brian logró recuperar su salud y recuperarse. Aprecia y ama mucho a Sadie, y dice que
tiene la intención de darle la mejor vida en agradecimiento por su maravilloso rescate.