El exceso de peso preocupa a muchas personas, porque no solo es un problema estético, sino también un alto riesgo de enfermedades crónicas.
Para lograr el resultado deseado, debe mostrar una gran fuerza de voluntad y hacer todo lo posible.
No todos tienen la perseverancia para llegar al final. Pero esta no es nuestra heroína. Su nombre es Kelly, es de Australia y está criando a tres pequeños.
la mujer tenía un peso corporal bastante grande.
Las tareas del hogar y el cuidado de los pequeños no eran fáciles para ella.
Estar activo con ese peso fue difícil. Sin embargo, pudo perder 55 kg en un año.
Al mismo tiempo, sin recurrir a dietas debilitantes u otras intervenciones.
Kelly simplemente revisó su dieta y comenzó a seguir las reglas de una nutrición adecuada.
Los cambios agradables no tardaron en llegar: comenzó a verse mucho mejor.
Después del tercer hijo, Kelly comenzó a pesar 126 kilogramos, nunca había pesado tanto.
Nuestra heroína entendió que no sería fácil rechazar las papas fritas y el pollo, que tanto le gustaban, así que decidió hacer una porción más pequeña.
Después de eso, dio el siguiente paso: rechazó los refrescos y cambió a agua corriente.
Luego, el arroz blanco fue reemplazado por integral.
La comida se almacenaba en recipientes especiales, lo que ayudaba a no comer en exceso.
Y trató de comer solo en casa y no tomar bocadillos en un café.
Estos simples pasos cambiaron radicalmente su vida.
Poco a poco, también añadió actividad física.
Todas estas acciones se volvieron automáticas y Kelly ya no quería comida chatarra.
Para el desayuno, el almuerzo y la cena, solo productos saludables.
Kelly ha demostrado que es posible obtener resultados, pero requiere mucho tiempo y una estricta disciplina.
Y todas estas dietas que hablan de pérdida de peso rápida no son tan efectivas.
Una madre de muchos jóvenes, con su ejemplo, sirve de motivación para muchas personas.
Hoy ya no reconocemos en ella a la vieja gorda: está en muy buena forma.