Una residente australiana desde la infancia fue objeto de burlas por parte de sus
compañeros de clase debido a su apariencia, pero a medida que envejecía y se
volvía más hermosa, empeoraba aún más.
Nadie tomó en serio a la chica por su apariencia y tuvo que vengarse. El mundo
nunca ha visto una venganza tan hermosa.
A Maria Tattil de Australia no le gusta recordar sus días de escuela cuando
enfrentó el acoso de sus compañeros de clase. Cuando era niña, la australiana
fue molestada por su apariencia.
Como recuerda María, no entendía por qué a sus compañeros les desagradaba, ya
que no había rasgos distintivos obvios en su apariencia.
María no trató de hacerse pasar por otra persona, porque en la escuela secundaria
la situación comenzó a cambiar: la niña comenzó a ser mucho más atractiva y sus
compañeros eligieron otro objetivo para su acoso.
Parecía que un giro brillante estaba por venir en la vida de Tattil, pero tenía
otras razones para estar triste.
Cuando se graduó, María se había vuelto, según ella, muy atractiva y la gente
comenzó a dudar de su inteligencia. Le costó conseguir plaza en la universidad
porque nadie la tomaba en serio.
Incluso después de ingresar a la universidad, ni los profesores ni sus compañeros
la consideraban una buena estudiante, aunque María siempre hacía todas sus tareas
correctamente.
La actitud de los profesores no impidió que la niña obtuviera una licenciatura en
psicología y una maestría en recursos humanos. Después de la universidad, las
aventuras de María no se detuvieron.
Según María, para ella era importante demostrar que la opinión de los demás no
debería convertirse en motivo para odiarse a sí misma, por lo que decidió vengarse
magníficamente de todos los acosadores. En 2020, la niña ganó el título de Miss
Universe Australia.