Daria Svertilova es una joven modelo de Ucrania. La niña no planeaba posar
en la pasarela, pero su apariencia inusual conquistó a las principales marcas de moda.
Al mismo tiempo, durante muchos años, Daria se avergonzó de su
apariencia, ocultó sus orejas protuberantes de todas las
formas posibles y trató de no llamar la atención.
Pero no ayudó: en la escuela primaria periódicamente se burlaban
de las orejas protuberantes de Svertilova y la llamaban Cheburashka.
Tal actitud de los compañeros desarrolló complejos en la niña,
que solo pudo superar en grados superiores. Daria se recompuso y se sumergió en un nuevo pasatiempo: la fotografía.
Poco a poco, la afición se convirtió en trabajo. El negocio de
la niña subió: fue invitada como fotógrafa a la capital mundial de la moda: Milán.
Allí, Daria fue notada por un representante de una agencia de moda.
Todavía insegura de sí misma, la niña se convenció milagrosamente de posar.
La apariencia atípica de Svertilova atrae a muchos, por lo que se le
ofrecen todos los nuevos contratos de modelaje. Daria habría sabido en
su infancia que las orejas sobresalientes la ayudarían a ser popular.