Los elefantes son famosos por su gran inteligencia. Son muy comunicativos también,
que prosperan en su rebaño.
Conoce a Ellie, un pequeño elefante que no sobrevivirá en la vida silvestre, ya
que su familia lo abandonó. Afortunadamente, los trabajadores del santuario de
Zululand lo salvaron. Aquí recibió especial atención y cuidado.
Como Ellie padecía una enfermedad crónica, los trabajadores del santuario hicieron
todo lo posible por ayudar al animal e incluso inventaron una nueva fórmula láctea.
Esto ayudó a Ellie a comenzar a usar leche a pesar de que era alérgico a cualquier
tipo de leche. Así, Ellie poco a poco empezó a ganar peso y fuerza, mejoró su mala
salud. De todos modos, había una brecha significativa en todo esto. Estaba muy solo.
Ellie tenía problemas psicológicos, ya que no había posibilidad de comunicarse con
otros elefantes. Los empleados del santuario quedaron impotentes en la solución del
problema. Pero la ayuda parecía estar escrita allí. Douma solía ser un perro de
servicio. Y ahora su misión era salvar al pequeño elefante.
Cuando llegó Douma, estos dos se hicieron amigos a la vez. Ellie cambió de humor y
ahora estaba muy animada. Encontró consuelo en Douma, quien lo apoyó para sobrellevar
la tristeza y el sentimiento de abandono.