Cuando este pequeño vio la nueva apariencia de su padre,
su reacción fue simplemente inolvidable.
Sus ojos se abrieron, su boca se abrió en una gran
sonrisa y corrió hacia su padre exclamando con alegría.
Tocaba con asombro el cabello o la barba recién recortados,
expresando su aprobación mediante alegres gritos de felicidad y aplausos.
Fue un momento tierno y memorable que ilustra cómo los niños pueden ser receptivos y
Responder con entusiasmo a los cambios en la vida de sus padres.