Las Maldivas son un paraíso. Sin embargo, las tortugas marinas que viven allí
pueden no estar de acuerdo con esto: con demasiada frecuencia han comenzado a
morir, enredadas en las redes de pesca.
Es bueno que haya gente como Claire Petros que trabaja en el primer centro de
cuidado de tortugas en las Maldivas. Claire, de 29 años, es veterinaria y tiene
como misión salvar a las tortugas marinas.
Vino de Londres a las Maldivas y trabaja en un centro de rescate y rehabilitación
de tortugas.
Cada año, cientos de tortugas caen en las redes de pesca y se enredan. Si no son
liberados a tiempo, los animales mueren de hambre o asfixia.
Las Maldivas albergan cinco de las siete especies conocidas de tortugas marinas.
Todos están en peligro de extinción o catalogados como especies vulnerables.
A menudo, las tortugas rescatadas quedan discapacitadas: si una extremidad ha
estado atada con una red durante mucho tiempo, es necesario amputarla.
“Las tortugas son un poco como los gatos y los perros en esta área: les va muy
bien con tres extremidades”, dice el Dr. Petros.
Se están llevando a cabo operaciones en el Centro de Rescate de Tortugas Marinas
en la Isla Dhuni Kolhu en la región del Atolón Baa. El centro fue patrocinado por
la organización benéfica británica Olive Ridley y Coco Palm Dhuni Kolhu.
Claire Petros estudió biología en Oxford y luego se especializó en veterinaria en
Bristol. Consiguió un trabajo en el centro de rescate de tortugas después de leer
una oferta de trabajo de Oive Ridley. Y tres meses después, Claire estaba en las
Maldivas.
“La parte más agradable del trabajo es devolver las tortugas tratadas al océano”,
dice Claire Petros.
