Con su actitud y expresión indiferente, este gato era
conocido por sentarse en la caja y saludar a los
clientes en la puerta de la tienda. Sin embargo,
los empleados de la tienda decidieron que no era
apropiado que un gato estuviera en una tienda de comestibles.
En la ciudad británica de Norwich, tuvo lugar una historia asombrosa,
cuyo personaje principal era un gato llamado Pumpkin.
Fluffy fue a la tienda local como si fuera a
trabajar y deleitó a los clientes con su presencia.
Se puede encontrar entre los estantes, en la caja
o cerca de la entrada. Al principio nadie cazaba
la camelina, pero luego la gerencia decidió que
el animal no tenía cabida entre los productos.
Cuando los compradores se enteraron, se indignaron mucho,
ya que ya se habían enamorado del gato. ¡La gente
exigió el regreso de Pumpkin e incluso apareció en las noticias locales!
La gerencia de la tienda no pudo resistir tal presión
y permitió que el gato retomara su posición y
encantara a los clientes. Un gato llamado Pumpkin
pasaba todo el tiempo en una tienda cerca de su casa.
Pamkin, de seis años, salió de casa temprano en la mañana
directamente a la tienda local. Le gustaba caminar
alrededor del mostrador e interactuar con los clientes.
El dueño de Pumpkin dijo que rara vez veía a su gato antes de que cerrara la tienda.
Fluffy desaparecía constantemente allí y muy rara vez miraba su casa.
El gato resultó ser tan cariñoso que a menudo saltaba a los autos de extraños.
La gente lo amaba, pero la gerencia de la tienda
decidió que el animal no tenía lugar aquí.
Argumentaron que el gato no debería estar cerca de
los productos y algunos vendedores se quejaron de que
interfería con su trabajo. El pelirrojo escupió
sobre todas las prohibiciones y aun así volvió a su lugar favorito.
Las personas afectadas escribieron una petición para
que Pumpkin pudiera ir a la tienda, y esta historia
también llegó a las noticias locales. Como resultado,
el documento fue firmado por 2000 personas y luego la gerencia lo reconsideró.
El gato pelirrojo ha reunido a todo un ejército de
fans que le han ganado un hueco en su tienda favorita.
Para ello, los sigue complaciendo con su presencia
y ayuda a realizar las compras. ¡Así es como se ve el amor mutuo!