Era un día soleado de verano y el chico estaba feliz de poder finalmente llegar
pronto a casa.
Estaba conduciendo una motocicleta por el campo y de repente se escuchó un sonido
fuerte y extraño parecido a un llanto.
Daba la impresión de que alguien pedía ayuda.
El chico se acercó para entender qué pasaba, las voces se escucharon desde la
alcantarilla.
Aquí vio eso. Lo que lo alarmó muchísimo: un perro diminuto se retorcía en el agua.
Estaba débil y sucio y golpeaba con sus patas el agua, que parecía un charco oscuro.
De vez en cuando, el perro se detenía y se agarraba al borde con las patas para
descansar un poco.
Había dos niños cerca y buscaban al perro con las manos, pero no podían alcanzarlo.
El lugar era profundo y demasiado sucio y los niños también estaban asustados.
Pero el cachorro empezó a luchar cuando vio que tenía apoyo y que no estaba solo en
su desgracia, y ese apoyo moral le costó mucho.
Cuando los niños vieron al chico que estaba a su lado, se alegraron mucho al darse
cuenta de que podía ayudar.
Y así sucedió: el joven se metió con cuidado en el agua y un minuto después tenía en
sus manos un pequeño perro, que todo este tiempo se mantuvo en la superficie sólo
de milagro.
El mismo chico se llevó la miga a casa y la alimentó con pasta, que le gustó mucho.
El chico no contó sobre el destino del cachorro, pero realmente esperamos que haya
protegido al cachorro, que logró salvar.