“Estás participando en la vida de mi familia no por tus hijos, sino porque
realmente lo quieres!”. Una emotiva carta de una madre de tres hijos a sus amigas
sin hijos provocó una viva respuesta en los corazones de personas de todo el mundo.
Constance Hall, de 32 años, de Australia, publicó una carta abierta en las redes
sociales a todos los amigos que continúan comunicándose con ella, “a pesar de mis
muchos hijos”. La mujer les agradece por su apoyo y por el hecho de que todavía
quieren verla.
“Después de la aparición de los niños, tu forma de vida habitual cambia para
siempre. Y no se trata solo de dinero y prioridades, sino también de tu vida social.
En lugar de pasar tiempo en fiestas con amigos y dormir todo el día siguiente, te
sumerges de lleno en el mundo de los pañales, los biberones y el puré de zanahorias.
Para mantener al menos alguna conexión con el mundo exterior, el apoyo de los amigos
es muy importante, especialmente cuando te parece que no volverás a salir de casa”.
A juzgar por la reacción de los usuarios de Facebook (más de 17 mil personas
compartieron la carta), muchas mujeres en todo el mundo experimentan emociones
similares. Todo el mundo tiene grandes amigos que tienen algo que agradecer. Esto
es lo que hizo Constance Hall:
“Vienes a nuestras fiestas infantiles, no porque te dejen arrastrar por tus propios
hijos, sino porque tienes muchas ganas de venir.
Te ríes de mis historias sobre niños con tanta sinceridad, no porque hayas
experimentado algo similar, sino porque realmente te interesa.
Te encuentras conmigo en cafés para niños y comes papas fritas mientras mis hijos
juegan con tu teléfono y derraman el cóctel que pediste, aunque podrías pasar tiempo
en un lugar agradable con un millón de personas geniales que quieren charlar contigo.
Vienes a visitarme con un montón de historias interesantes y me inspiras contándome
muchas posibilidades.
Y siempre me das consejos, después de lo cual veo el problema de una manera nueva”.
Una mujer no condena a sus amigas por no tener hijos, sino que, por el contrario,
apoya su decisión.
“Algunos de ustedes han decidido no tener hijos en absoluto, y respeto y admiro esta
decisión. Otros querían a sus hijos con tanta desesperación que podrían tener celos
o tratarme mal, pero en cambio aman a mi familia con toda su alma”.
Constance admite que antes de que nacieran los niños, es poco probable que hubiera
pasado un sábado por la noche jugando al trabalenguas con los hijos de sus amigos,
en lugar de ir al pub.
«Así que gracias por comportarte como un rey!» la mujer termina la carta.