Una enfermera común y corriente se hizo famosa en todo el mundo cuando se casó con
el legendario Michael Jackson.
Como contó más tarde Deborah, su matrimonio con Michael fue de naturaleza
exclusivamente contractual.
Michael y Deborah se conocieron en el hospital. La asistente de enfermería trabajó
con un dermatólogo que estaba tratando a Jackson por vitíligo.
Michael soñaba con tener hijos, pero su esposa Lisa Marie Presley se opuso al
nacimiento de herederos de Jackson. Deborah le ofreció su ayuda a Michael.
«Fue un regalo. Quería que Michael fuera feliz”, dijo. La enfermera y el rey de la
música pop hicieron oficial su relación en 1996.
Deborah optó por la FIV y dio a luz a su hijo Prince en 1997. Un año después, nació
la hija del rey, Paris.
Débora confesó en una entrevista que nunca había cuidado a sus hijos, que nunca les
había cambiado los pañales y que no se había levantado por las noches por el llanto
de los bebés.
Todas las responsabilidades de criar a los hijos fueron asumidas por Michael Jackson.
Después de su divorcio del rey de la música pop, Rowe recibió 8 millones de dólares
y una casa en Beverly Hills de manos de Jackson.
En 2001, Rowe pidió a un juez que la despojara de su patria potestad, aunque después
de 3 años se arrepintió de su decisión.
Prince y Paris cortaron todo contacto con su madre cuando descubrieron que ella los
había abandonado.
La hija de Deborah perdonó a su madre después de muchos años y apoyó a Rowe en su
difícil lucha contra el cáncer.
Hoy en día, Rowe rara vez sale de su propiedad, pero, según fuentes internas,
visita a menudo a su hija.
