Pocas personas saben acerca de los cóndores andinos que viven en Argentina. Son
criaturas gigantes que pueden alcanzar los 15 kg.
Afortunadamente, no es una especie en peligro de extinción y, según muchos
especialistas, su número va en aumento. Uno de ellos se salvó gracias a un amable
hombre llamado Edgardo.
Un día, mientras estaba en su finca como de costumbre, vio un cóndor caído no muy
lejos de su área. Se acercó para ver qué le pasaba y descubrió que la pequeña
criatura estaba herida.
El amable granjero se apresuró a llevarlo a su finca sin dudarlo y le brindó todos
los cuidados y tratamientos adecuados.
Después de curarse por completo, la enorme criatura aprendió a vivir en la
naturaleza, con la ayuda de su salvador, por supuesto.
Al poco tiempo, Condorito, el cóndor, estaba listo para regresar a su hábitat y
vivir en libertad.
Aunque ahora vive en la naturaleza, nunca olvida a su salvador y lo que hizo por él,
y lo visita con frecuencia. Se besan y se abrazan, luego regresa a su hábitat.
