La vejez no es motivo para tirar libros de texto y un maletín al infierno.
Residente en Argentina, Leonor Cordal ha demostrado que la edad no es una
barrera para aprender y fue a la escuela a los 99 años.
En la escuela de adultos de Laprida, es la alumna de mayor edad que
sorprende a todos no solo con sus años, sino también con su diligencia.
Durante todo el tiempo de sus estudios, Leonor no se saltó una sola clase.
Leonor Kordal es un vivo ejemplo de que nunca es tarde para aprender.
Tras la muerte de su madre y los problemas familiares que surgieron,
la pequeña Leonor tuvo que dejar la escuela. Allí solo aprendió a leer y escribir.
Leonor asiste a escuelas de adultos en la ciudad argentina de Laprida.
Tres veces por semana, los martes, miércoles y jueves, asiste a clases
con otros alumnos que hace tiempo que dejaron atrás su infancia.
No sin pequeños problemas, que aún no detienen a Leonor en sus estudios.
A medida que envejeces, tu memoria se deteriora. Recordaba bien el horario,
pero cuando llegué a la escuela, logré olvidarlo todo, incluso cómo leer y escribir.
La abuela ha decidido no limitarse solo a la escuela y ya está pensando
en lo que hará a continuación. A pesar de las dificultades,
Leonor vuelve a aprender a leer y escribir y también se interesa
por cosas nuevas para ella. Ella ya tiene planes napoleónicos para el futuro:
“Ahora quiero aprender a usar la computadora para entretenerme. »