Cuando un anciano llegó a las clases de maquillaje y peluquería, los profesores no
podían creer lo que veían. Pero después de conocer su historia, no pudieron
contener las lágrimas.
Recientemente, una de las empleadas de la Facultad de Peluquería y Cosmetología de
la ciudad canadiense de Alberta publicó una interesante publicación en su página,
en la que contó sobre su estudiante más inusual. Un hombre de 80 años, que deseaba
permanecer en el anonimato, se acercó a la directora de la institución educativa,
Carrie Hannah, y le pidió que le enseñara a usar un rizador. Resultó que necesitaba
estas habilidades para ayudar a su esposa, quien, debido a problemas de vista, ya
no puede hacer frente al peinado y se quema constantemente la piel.
Carrie no pudo rechazar la solicitud del hombre y lo inscribió en un curso de
peluquería y maquillaje. Al ver al nuevo estudiante, el personal y los estudiantes
se quedaron sin palabras. Pero después de escuchar la historia del hombre, no
pudieron contener las lágrimas. Todos quedaron conmovidos por la tierna relación de
los esposos, quienes están casados desde hace más de 50 años.
“Sacó su billetera y comenzó a mostrarles a todos fotos de su esposa. Sus ojos
ardían de amor. Habló de lo hermosa que siempre había sido y de sus talentos. Después
de 50 años, marido y mujer todavía se preocupan el uno por el otro. Mantuvieron el
amor y la ternura en su relación, no podíamos escuchar esto sin lágrimas”, comentó
la maestra sobre este increíble encuentro.
Según el hombre, su esposa siempre ha estado orgullosa de su apariencia y se preocupa
mucho porque ya no puede “aportar belleza”. Al ver su tormento, el esposo decidió
aprender las habilidades de un estilista. No necesitaba muchos conocimientos. Según
el nuevo alumno, le bastaba con aprender a rizar el cabello y aplicar rímel. El hombre
pasó alrededor de una hora en el salón de clases y se esforzó mucho por recordar todo
lo que le dijeron.
“Siempre le estaré agradecida al destino por esta experiencia”, dice la maestra.
“Así es como se ve el verdadero amor, y estoy feliz de que todo nuestro personal y
estudiantes hayan podido formar parte de este evento”.
Más tarde, el hombre volvió a la universidad, y no solo. Trajo a su esposa, quien
quería agradecer personalmente a los maestros por las “lecciones de belleza” para
su esposo. Está muy contenta con los resultados y gracias a su esposo se siente
hermosa nuevamente.