Henry Price de Los Ángeles tiene 111 años, pero todavía practica deportes todos
los días. Viene al gimnasio local todos los días para pedalear en una bicicleta
estática, hacer yoga y apretar expansores de manos. Tseng cree que la razón de
su longevidad es su amor por los deportes, así como por una alimentación saludable
y una vida activa.
Viene a su gimnasio todos los días y pasa al menos 30 minutos en una bicicleta
reclinada especializada. Tsen nació en Yokohama pero vive en Los Ángeles desde 1975.
Según él, ha estado involucrado en deportes casi toda su vida. Cuando tenía 80
años, podía hacer posturas de yoga sobre su cabeza y, a los 90, tomaba clases
de aeróbicos a las 6:30 a. m. tres veces por semana.
Ahora el precio ya es 111, y no se queja de su salud. Según él, todos pueden lograr
lo que pueden si hacen deporte todos los días y mantienen una actitud positiva ante
la vida.
Según Linda, en su juventud, su padre participó activamente en la natación y muchos
otros deportes. “Mis padres siempre llevaron una vida saludable”, dice ella.
No bebían, no fumaban. »
En la década de 1950, cuando vivían en Hong Kong, dice, Tsen y su esposa Annie,
que murió en 2013 a la edad de 100 años, practicaban a diario con un entrenador
personal de yoga que iba a su casa.
Ahora Tsen va al gimnasio todos los días y dedica 30 minutos a entrenar en una
bicicleta reclinada. Hasta los 102 años, Henry venía al club tres veces por semana
a las 6:30 a. m. para clases de aeróbic dirigidas por Michelle.