Lucy Hatami es una mamá de mente pequeña. Su hijo tiene sólo 8 meses.
Un día tuvo una “aventura inusual”. La mujer no tuvo tiempo de preparar el
desayuno, por lo que decidió ir a un restaurante. Era la primera vez que un
niño visitaba una institución tan ruidosa.
Allí sucedió lo inevitable: el bebé comenzó a llorar a carcajadas. Khatami
entendió que otros invitados preferirían comer en paz y tranquilidad, por lo
que estaba muy avergonzada. Mientras ella intentaba calmar al niño, un chico
de 20 años en la mesa de al lado habló: «¡Cállelo por fin!»
Lucy no tuvo tiempo de responder nada, ya que intervino el padre de Ham. Le
dio una palmada a su hijo en la nuca y le dijo: “¿Crees que eras diferente
cuando eras niño? Eras un pequeño bastardo. Ahora ve y discúlpate. Ofrézcale
un nuevo desayuno. Después de todo, ya se ha enfriado”.
¡Lucía estaba atónita! El chico obedeció a su padre. Y consiguió comida deliciosa
y café caliente.
Una joven madre compartió su aventura en Facebook. Ella escribió: “Gracias a este
padre por el hecho de que después de más de 20 años, todavía recuerda lo que es
ser padre de un bebé”.
¡Esta historia nos recuerda que debemos mostrar paciencia y respeto por los demás!
¡Por supuesto, esto también es una ilustración maravillosa del hecho de que nunca
somos demasiado viejos para una reprimenda estricta de la boca de nuestro
padre o madre!