Justo cuando pensaba que lo había visto todo en términos de extrañas relaciones entre
animales, llega esta historia que me hace llorar.
Delfina Plaja y su pareja, Olivier Tops, de Italia, llevan más de un año compartiendo
su vida y cariño con Taco, un precioso chihuahua.
Debido a que el clima del sur de Italia es tan agradable durante el verano, Delfina y
Taco pasan la mayor parte del tiempo al aire libre, jugando.
Un día, Delfina encontró a un gato tímido detrás de un auto, mientras los dos hacían
su vida.
Continuó, esperando que Taco no se diera cuenta y la persiguiera. Es sorprendente que
cuando la gatita notó al perrito, simplemente se acercó a él.
Taco, por otro lado, acarició la cara de su amigo canino y envolvió su cola alrededor
de él, abrazándolo.
Delfina, como todos los amantes de los animales, preguntó por el gatito.
Descubrió que la pequeña criatura vivía literalmente en un garaje vacío y estaba siendo
cuidada por una vecina.
Como resultado, cada vez que salía con su perro, llevaba comida para el amor especial
de Taco.
Sin embargo, después de unos días, mientras se disponían a salir a caminar, el gato
apareció frente a su puerta, ansioso por ver a su amado perro.