Muchos jubilados encuentran pasatiempos o incluso trabajos a tiempo parcial en los
que ocuparse una vez finalizada su carrera.
Pero Paul Gethius eligió una forma poco convencional de pasar su tiempo libre.
Durante los últimos ocho años, este hombre de 76 años, ex toxicólogo ambiental, ha
ayudado a estudiantes universitarios de bajos ingresos en Nueva York a ingresar a
una institución educativa.
En ocho años, ha viajado más de 64.000 millas, llevando estudiantes a universidades
y colegios en Nueva York y de regreso a casa.
Se aseguró de que tuvieran la oportunidad de venir a la institución educativa y
regresar a casa durante las vacaciones.
Para Paul, visitar universidades, donde saluda a estudiantes sonrientes con mochilas
llenas de cosas para las vacaciones, se ha convertido en algo común.
Aunque los niños que se lleva consigo no son familiares suyos.
Durante las temporadas navideñas, Paul suele conducir 1000 millas o más en su
Chevrolet Tahoe.
Después de todo, es muy importante que los estudiantes puedan quedarse en casa con sus
familiares durante las vacaciones y luego regresar a la escuela.
Hace más que simplemente ofrecer viajes.
El pensionista también imprime listas de restaurantes a lo largo de las rutas que recorre
para que los estudiantes puedan elegir dónde les gustaría comer.
Cuando paran, él siempre paga. “No pregunto, solo les digo que lo pagaré yo mismo”, dice
Paul.
Paul es de Siracusa.
Aunque evita el tráfico en Nueva York, llega a la Universidad de Buffalo y al Instituto de
Tecnología de Rochester, lo que supone, por un segundo, un viaje de ida y vuelta de cinco
horas.
“Me encanta conducir y amo a estos niños.
Es una gran bendición y un privilegio ser parte de la vida de estos niños, aunque sea por
unas horas, para conocerlos y escuchar sus historias”, dice Paul.