Cuando Dean Otto llegó a la mesa de operaciones del Dr. Matt McGirt, el cirujano
estimó que el padre de dos hijos tenía sólo un dos por ciento de posibilidades de
volver a caminar. Dos porciento.
Dean Otto, que ahora tiene 52 años, era un padre activo. Llevaba a sus hijos a
pescar, era un ávido ciclista y amaba la naturaleza. Pero un día, esta pasión por
la actividad física le jugó una mala pasada. A las 6 a. m. del 24 de septiembre de
2016, Dean fue atropellado por una camioneta F-150 mientras andaba en bicicleta.
Dean salió disparado de su bicicleta, cayó al suelo y perdió el conocimiento.
Cuando despertó, no podía sentir sus piernas.
T
enía la espalda desplazada y fracturada, se había roto la pelvis, el coxis y las
costillas. Pero nada más despertarse, mientras esperaba que llegara la ambulancia,
no le gritó al conductor que lo había atropellado.
Will Huffman, un vendedor de 27 años, conducía el camión. Naturalmente, esperaba
ira, resentimiento.
En cambio, Dean saludó a Will y su pasajero: «Dijo: ‘Hola, soy Dean, ¿cómo te llamas?’
Y luego dijo: ‘¿Cómo estás esta mañana?’ »
Dean habla de este extraño intercambio y de perdonar a Will: “Sabía que si no lo hacía,
el resentimiento me devoraría. » Cuando llegó al hospital, los médicos de Dean sabían
que el tiempo era esencial, por lo que lo enviaron directamente a cirugía. Aquí es
donde entró el Dr. Matt.
El equipo de Matt alivió la presión sobre la médula espinal de Dean y volvió a colocar
su columna en su lugar con «una serie de titanio». ¡Apenas unas horas después de salir
de la cirugía, podía mover los dedos de los pies! Aunque Matt se mostró optimista, se
mantuvo realista y le dijo a la familia de Dean que podría estar en silla de ruedas por
el resto de su vida.
‘No conoces a Dean. Si hay una oportunidad, la aprovechará”, respondieron. ¡Y lo hizo!
Dean pasó por rehabilitación y logró avances reales para volver a estar en forma para
la pelea.
Según Matt, que se mantuvo en contacto con Dean, el padre de dos hijos retó a su salvador
a correr calle abajo: ‘Mira. En un año, si puedo correr una media maratón, tú lo harás
conmigo”. Matt se rió, “He visto algunos resultados bastante notables. ¿Pero pensé que
un hombre podría correr 13 millas con todo ese titanio en su columna? Para nada.’
Efectivamente, un año después, Dean correrá una media maratón en Napa, California… con
Matt a su lado. Pero no es el único que apoya al sobreviviente de la lesión en la columna;
Will, el hombre que llevó a Dean al hospital, también estará allí.
Los dos han desarrollado una relación bastante notable durante los últimos meses. Will dice:
«No me sorprendió tanto que me perdonara», pero está agradecido de que hayan podido convertir
el trágico accidente en una amistad. «Creo que la mayoría de la gente se habría detenido
allí y habría dicho: ‘Encantado de conocerte, pero ya terminé’. »
