En un vecindario suburbano, Sarah, una ocupada madre trabajadora, camina a casa desde
la tienda con su adorable y enérgico hijo de cuatro años, Timmy. Timmy, siempre
dispuesto a ayudar y demostrar que es un «niño grande», insiste en ayudar a su madre
con las compras.
Cuando Sarah abre la puerta y comienza a cargar las bolsas, Timmy está decidido a hacer
su parte.
Ella le entrega una bolsa liviana con algunos artículos, entre ellos una barra de pan,
una caja de cereal y un cartón de huevos. Sarah continúa descargando el auto, pensando
que todo está bajo control.
Sin embargo, el entusiasmo de Timmy rápidamente conduce a una serie de desastres
hilarantes. La bolsa es casi tan grande como él, y su determinación de cargarla solo
le hace tropezar con el escalón de la puerta. La barra de pan se tritura convirtiéndose
en una focaccia, la caja de cereales se abre y los huevos… bueno, su destino queda
sellado por una mancha de color en el suelo de la cocina.
Cada calamidad es capturada por la cámara de seguridad de la casa y, sin que Sarah lo sepa,
se registran las desventuras de Timmy. Se gira justo a tiempo para ver el gran final: Timmy,
ahora con la caja de cereales a modo de gorro y dos huevos rotos en sus manitas, la mira
con expresión inocente y ojos muy abiertos.
Riendo, Sarah decide compartir el video en sus redes sociales, subtitulándolo: «Cuando
ayudar sale hilarantemente mal». El vídeo rápidamente se vuelve viral, derritiendo corazones
y haciendo reír a millones de personas en todo el mundo. Internet está lleno de comentarios
de padres que pueden identificarse, compartir sus historias y simpatizar con el caos
universal que acompaña a la ayuda bien intencionada de un niño.
A medida que se difunde el vídeo, Timmy se convierte en una sensación de Internet, apodado
cariñosamente «El ayudante de compras».
Las empresas se ponen en contacto con Sarah para ofrecerle alimentos y artículos de limpieza
gratuitos, y Timmy incluso recibe un pequeño delantal de «Empleado del mes» de un supermercado
local.
A través de todo esto, Sarah recuerda las alegrías de la paternidad y la importancia de
encontrar el humor en los momentos cotidianos. Y Timmy, felizmente inconsciente de su nueva
fama, continúa ofreciendo su ayuda a su manera adorablemente caótica.
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