«¿Quieres jugar juntos?» – Jack se acercó a la chica triste en el parque.
Ambos estaban solos y, a pesar del permiso de la madre de Jack para salir
a caminar, era evidente que la niña necesitaba un amigo.
“Me gustaría, pero estoy cansada y hambrienta”, respondió la niña.
Jack le sugirió que se fuera a casa, pero resultó que estaba esperando
a su padre, quien se suponía que la recogería, y ella se desorientó.
El diálogo entre Jack y Linda reveló que ella llevaba dos días sola en
la calle. Jack estaba preocupado y se ofreció a llevarla a casa.
Linda estuvo de acuerdo y una reunión con la madre
de Jack generó la idea de la adopción.
Aunque Jack propuso la idea de la adopción, su madre entendió
que la situación era más complicada y decidió buscar ayuda en los servicios sociales.
Cuando el padre de Jack regresó, Georgina discutió la situación con
él y decidieron llamar a la policía. El informe indicó que la niña
llevaba más de dos días en el parque hablando de su padre.
La policía prometió ayuda de los Servicios de Protección Infantil.
Jack y Linda pasaron una mañana agradable, pero los agentes y
una mujer de los servicios sociales descubrieron el expediente de Linda.
A juzgar por el acoso y el abandono, el hombre prometió cambiar.
Después de enterarse de que Linda tendría que ingresar al sistema
y vivir con una familia adoptiva, Jack les rogó a sus padres que la
acogieran y ellos aceptaron. Vivir con su familia de acogida fue
una alegría, pero después de descubrir que Linda estaba anémica, necesitaron ayuda.
El médico notó una coincidencia inusual en los tipos de sangre de
la madre adoptiva, Georgina. A partir de ese día, una sensación
de melancolía creció en Georgina y recordó a su hija perdida.
Una prueba de ADN confirmó que Linda era la hija de Georgina que
fue secuestrada en el hospital. Esto reveló una nueva realidad:
Linda no sólo era la hermana adoptiva de Jack,
sino también su hermana biológica, lo que cambió su relación.
La pareja les contó esta buena noticia a sus hijos, y los niños,
felices de ser ahora parientes, lloraron de alegría. Linda se sintió
bendecida por tener una madre cariñosa y un padrastro entusiasta,
que se regocijaba por la apariencia de la niña.
Mientras tanto, el exnovio de Georgina fue arrestado por la policía
y puesto bajo custodia por numerosos cargos, incluidos secuestro y abandono de niños.