Los vecinos de una iglesia cercana presenciaron un espectacular y sorprendente hecho
cuando un bebé de cinco meses comenzó a cantar allí, tocando el corazón de todos.
La gente se sorprendió cuando el niño, durante un servicio dominical de rutina,
realizado por un padre orgulloso, añadió una voz angelical al canto del coro.
Cuando la congregación se reunió para orar,
no tenían idea del extraordinario espectáculo que presenciarían.
Cuando el coro empezó a cantar, el bebé, que apenas estaba aprendiendo a sentarse solo,
añadió sonidos que eran más armoniosos que el balbuceo normal de un bebé.
Era como si el niño hubiera nacido con una habilidad musical natural.
Los dulces sonidos del bebé llenaron la iglesia de asombro y alegría. Los padres
disfrutaron el momento, conmovidos por la inocencia y belleza del sorprendido canto.
Todos siempre recordarán la breve pero mágica actuación del niño, que les recordó a todos
las infinitas maravillas y magia que existen en la vida cotidiana.
Controlar.
Evaluación