Megan participa activamente en desfiles de moda, atrayendo
la atención de muchos diseñadores que la consideran modelo.
Entre sus conocidos, Jeff era uno de los pocos que realmente la amaba.
Jeff siempre estuvo ahí, brindando apoyo en momentos
difíciles. Era un amigo leal, dispuesto a ayudar en cualquier situación.
A pesar de sus sentimientos por Megan, Jeff los ocultó
cuidadosamente para no arruinar su amistad con ella.
Megan se dio cuenta de que lo amaba y se aprovechó de ello.
Siempre le aseguraba a Megan que podía contar
con él cada vez que le preguntara algo.
A pesar de muchas citas en su carrera como modelo, no
encontró un hombre dispuesto a casarse y decidió
proponerle matrimonio a Jeff. Él se sorprende, pero
acepta. Más tarde, cuando Megan se convierte en madre,
descubre que su hija tiene albinismo, algo que
descubre inesperadamente después de dar a luz.
Después de salir del hospital, Megan se quedó en casa
unas semanas antes de ir al parque con su bebé.
Allí notó que los otros padres y niños miraban a Alice de manera extraña.
Unos años más tarde, cuando Alice fue a la escuela,
se burlaron aún más de ella. En lugar de apoyarlo,
Megan lo disuadió de hacer ese tipo de preguntas.
Meghan no consideraba hermosa a su hija y evitó hablar de su apariencia.
Tan pronto como la niña cumplió 18 años, Megan
decidió retomar su carrera como modelo. Prefería
asistir a eventos escolares sin su hija, temiendo que
eso pudiera afectar su reputación en el mundo de la moda,
pero no se daba cuenta de cómo afectaba la confianza de su hija.
Durante uno de los desfiles, Megan conoció a un hombre
que luego la invitaría a huir con él. Megan dudó al
principio, no quería dejar a la niña sola, pero luego
aceptó. Esta acción de su madre afectó enormemente
la confianza en sí misma de Alice.
Su padre hizo todo lo posible para ayudar a Alice
a tener confianza. Él siempre estuvo a su lado.
Han pasado 17 años.
La belleza de Megan comenzó a desvanecerse, aparecieron
arrugas, los estilistas y diseñadores prefirieron trabajar
con modelos jóvenes. Posteriormente,
esto llevó a Megan a perder su trabajo.
El hombre con el que se escapó la había engañado.
Megan se encontró completamente sola, sin dinero, trabajo
ni amigos. Y un día recibió una carta. La carta era de «Alice».
Abrió el sobre y vio una invitación a un desfile de moda.
Megan fue al espectáculo con su mejor vestido.
La última modelo en desfilar en la pasarela cautivó a
todos con su belleza. Los ojos de Megan se posaron en
la modelo y luego la reconoció como su hija, Alice.
Después del espectáculo, Megan fue al backstage,
encontró a su hija y quiso hablar con ella.
Alice no quiso hablar con su madre durante mucho tiempo
y simplemente le agradeció por haberla dejado. Después
de todo, esto es lo que le permitió demostrarles a todos
que Megan se equivocaba cuando pensaba que era fea,
diferente a los demás. Por eso Alice invitó a Megan
a un desfile de modas para demostrar y mostrar en quién se ha convertido.