Una mujer adicta a los dulces bajó 64 kg por el sueño de ser madre

El diagnóstico de los médicos sonaba como un veredicto. Pero la australiana pudo
superar el antojo de dulces y perder la mitad de su peso.

Kimberly Tripp siempre ha soñado con tener hijos, pero hace ocho años los médicos
dijeron que era poco probable que pudiera quedar embarazada debido al síndrome
de ovario poliquístico y un peso de 140 kilogramos. El diagnóstico fue
decepcionante, pero la australiana de 34 años no se dio por vencida y decidió
hacer todo lo posible por ser madre.

Una mujer adicta a los dulces bajó 64 kg por el sueño de ser madre

Según Kimberly, nunca ha sido delgada. Incluso en la escuela, comenzó a ser objeto
de burlas por sus formas redondeadas y, con la edad, los números en la balanza
solo aumentaron. La niña quería cambiar y deshacerse de los kilos de más, pero le
resultaba difícil luchar contra la adicción a los dulces: Kimberly adoraba el
chocolate y comía al menos un azulejo grande todos los días.

La mujer australiana carecía de motivación, hasta el momento en que ella y su
esposo pensaron en ampliar la familia. Las palabras de los médicos obligaron a
la mujer a recomponerse y replantearse su dieta habitual. Después de consultar
con expertos, Kimberly eligió la mejor opción para ella: la dieta cetogénica. Dejó
los dulces y los platos con alto contenido de carbohidratos y enriqueció su dieta
con alimentos saludables, principalmente proteínas. El australiano eligió
cuidadosamente los productos, dando preferencia a las fuentes de grasas saludables
y alimentos bajos en carbohidratos. Por primera vez en mucho tiempo, comenzó a
cocinar ella misma.

En algún momento, quedó claro que, debido a los trastornos hormonales, Kimberly no
podría perder peso de manera significativa de forma natural. En 2015, una mujer
decidió operarse para reducir su estómago. Esta medida drástica contribuyó a un
progreso rápido, pero no hubiera sido posible si Kimberly hubiera vuelto a sus
viejos hábitos.

Kimberly ha trabajado mucho en sí misma, siguió una dieta y aumentó la cantidad
de actividad física. Sus esfuerzos no fueron en vano: ahora la mujer pesa 77
kilogramos y se siente muy bien. El sueño de la mujer australiana se hizo realidad:
hace 15 meses se convirtió en madre de los mellizos Leo y Patrick. Según la mujer,
no esperaba dar a luz en absoluto, pero ahora está criando a dos hijos a la vez.

“Cuando me enteré de que estaba embarazada de mellizos, me sorprendió. Lloré todo
el día de felicidad”, recuerda Kimberly.

Una mujer adicta a los dulces bajó 64 kg por el sueño de ser madre

A lo largo de los años de trabajo en su cuerpo, la australiana se ha acostumbrado
a los deportes y la alimentación saludable, y ahora se han convertido en la norma
de su vida. Por cierto, Kimberly no se va a quedar ahí. Sus planes son perder otros
10 kilogramos.

Ella llama a su progreso un milagro y dice que nunca antes se había sentido tan
saludable y feliz. Ella insta a las mujeres que no pueden perder peso a que no se
desesperen y continúen luchando por ellas y sus familias. “Perdí peso, descubrí el
mundo de la cocina y me enamoré del deporte. Amo todo esto y quiero transmitir este
amor a mis hijos”, dice Kimberly.

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