En la boda de esta mujer hubo un vestido completamente blanco, un pastel de tres
pisos, damas de honor y setenta invitados. Solo el novio no estuvo en la ceremonia.
Laura Mesi es una instructora de fitness de cuarenta años de Italia. En una
entrevista con el periódico La Repubblica, la mujer compartió detalles de una
ceremonia de boda reciente cuando se casó… para mí. “Estoy convencida de que
todos deben, ante todo, amarse a sí mismos”, dice Laura. “Puedes convertir tu vida
en un cuento de hadas sin un príncipe montado en un caballo blanco”.
Aunque la ceremonia no tiene fuerza legal, la popularidad de este tipo de eventos
está cobrando impulso en todo el mundo.
Laura contó que la idea de realizar una ceremonia de boda se le ocurrió hace dos
años, cuando terminó su relación, que duró unos doce años.
“Les dije a mis amigos y familiares que si no encuentro marido a los cuarenta años,
me casaré conmigo misma”.
Laura no niega que un fatídico encuentro pueda ocurrir algún día en su vida, pero
no quiere que su felicidad dependa de un hombre.
Los primeros informes de las llamadas bodas sologámicas aparecieron en 1993. Este
fenómeno se refleja en algunos episodios de la serie de televisión «Sex and the
City» y «Chorus».
Pero no todos los invitados a la ceremonia estaban contentos con lo que estaba
pasando. Además de las felicitaciones tradicionales, Laura también escuchó
comentarios negativos: “Es triste”, “Estás loca” y “Hay algo mal en tu cabeza”.
Quienes se oponen a la tendencia la acusan de narcisismo y perciben la boda como
un desafío a las tradiciones.
Mientras tanto, Laura no se desanima. “Nadie ni nada puede arruinar mi estado de
ánimo”, dice ella. En una entrevista con varias publicaciones, destacó que este
tipo de matrimonio no es adecuado para todos.
Según ella, para casarse con uno mismo, debe contar con el apoyo de sus seres
queridos, tener ahorros financieros considerables y «un poco de locura».
