¿Crees en las historias románticas? Emily, que no estaba interesada
en nada en ellos, tuvo la suerte de encontrarse con John en
el bar donde trabajaba. Un día pidió un café con leche
con caramelo y, tras entregarle la taza, le entregó
una servilleta en la que había escrito que le gustaba y la invitó a salir.
La chica decidió salir con él, y a partir de ese momento
empezaron a suceder cosas extraordinarias.
Emily y John eran muy diferentes entre sí. John, un
hombre de negocios, y Emily, una chica sencilla,
cuyo padre había muerto y su madre estaba enferma,
por lo que tuvo que dejar la escuela para trabajar.
Su vida cambió tras la llegada de John. Le hizo una
gran propuesta y organizaron una boda fastuosa.
Después de la luna de miel, Emily regresó a casa
y descubrió que estaba embarazada. Nueve meses después tuvieron un hijo.
Después de unos años en casa, Emily comenzó a extrañar
su antigua vida y sus actividades sociales. Cuando se
casó con John, era una chica modesta pero exitosa.
Después de convertirse en madre, abandonó su antigua vida.
Ahora, sin embargo, decide regresar y le pide a su madre que la ayude a cuidar a su hijo.
Naturalmente, la madre de Emily no se negó y se mudó con su hija.
Emily, al volver a lucir ropa elegante, sintió un cambio
y comenzó a brillar, lo que no escapó a la atención de sus amigas.
Durante un almuerzo con amigos, habló sobre el
nuevo capítulo de su vida.
“La maternidad no es para mí”, dijo una de sus amigas
al compartir su experiencia posparto. Durante la
conversación también hablamos de cirugía estética.
Bajo la influencia de su amiga, Emily decide cambiar
su apariencia. Una operación de aumento de pecho,
a pesar de las objeciones de su madre, que la considera bella tal y como es.
La madre de la niña le contó a John esta decisión,
esperando que él la convenciera de abandonar la operación.
Sin embargo, estaba demasiado ocupado con el trabajo.
Después de la operación, Emily quedó
cubierta de moretones y no se veía muy bien.
Al regresar a casa, se alegró de encontrarse con su hijo,
pero su reacción fue de sorpresa, no la
reconoció y salió corriendo gritando «abuela».
Emily, ahora arrepentida de las acciones pasadas que
tomó para salvar su relación con John, se entera de un giro inesperado.
Al recordar los momentos, recordó el día en que su hijo
le regaló una flor del jardín y le contó sobre el «juego» especial de su abuela.
Dijo que Rosalina le pidió que fingiera que no conocía a Emily.
Todos los días, cuando el niño cumplía el pedido de su abuela,
ella le compraba un juguete nuevo.
Finalmente, después de enterarse de la verdad de Joel, Emily
expresó su enojo por las mentiras y las costumbres extrañas de su madre.
Contaba con el apoyo de su marido, que la amaba por su belleza
interior, aunque desaprobaba sus ridículos tratamientos de belleza.
Para Emily, ese día se convirtió en un momento decisivo.
Canceló todas las demás citas y dejó de
seguir atentamente las acciones de sus amigos.
Rosalina aceptó su error y al final todo salió bien.