Cuando una estadounidense llamada Gillian Hanson se enteró de su diagnóstico,
se sorprendió mucho. La enfermedad siempre ataca de la nada, trayendo
consigo grandiosos objetivos y planes de vida.
Sabiendo que los próximos años tomarían tratamiento y que la situación
podría empeorar, Gillian le propuso a su joven que se fuera.
Antes de que Gillian recibiera un diagnóstico aterrador, ella y
Max salieron durante tres años. De inmediato, la niña decidió hacerle
saber al joven que en los próximos años necesitaría someterse a
quimioterapia y otros tratamientos, y que la situación también
podría empeorar. Ella lo invitó a irse para evitar problemas
en el futuro. Pero Max se negó.
Durante dos años de terapia, el chico estuvo al lado de su amada,
apoyándola en este difícil camino. Finalmente, se acercaba el
último día de quimioterapia, y en este día tan importante,
Max decidió sorprender a Gillian.
Hizo un trato con los padres de la niña y el personal del
hospital… y le propuso matrimonio.
La niña se conmovió, ¡para ella este día se volvió doblemente
importante! Aunque la pareja ya había discutido el matrimonio
antes del diagnóstico de Gillian, ella se sorprendió.
«Estaba tan atónita que decidió proponerle matrimonio en este día
tan especial», dijo la niña. “¡Ahora vamos a celebrar dos días festivos a la vez! »
Pronto la historia se escuchó en Nueva Jersey y la organizadora
de bodas local Lauren Grench les ofreció un arreglo de boda completo gratis.
También atrajo a otros profesionales que descontaron sus servicios
. Entre otras cosas, el famoso diseñador de vestidos de novia
Kenneth Winston le regaló a Gillian uno de sus vestidos.
Gillian y Max se casaron el 18 de octubre y celebraron la
ocasión con familiares y amigos cercanos.